Cambiar el sifón del lavabo paso a paso

Cambiar el sifón del lavabo paso a paso

El sifón del lavabo es una de esas piezas que apenas se tienen en cuenta hasta que empieza a dar guerra. Es ese tubo con forma curvada que está justo debajo del lavabo y que conecta el desagüe con las tuberías. 

Su misión principal es muy sencilla pero vital: mantener siempre un poco de agua retenida para que los malos olores y los gases de las cañerías no entren en el baño.

 

Además, sirve de “filtro” improvisado, ya que atrapa pequeños objetos que se pueden colar por el desagüe y ayuda a que no se formen atascos más serios. 

Entender qué es y cómo funciona viene muy bien antes de decidirse a cambiar el sifón del lavabo, porque no todos los modelos son iguales ni se adaptan a cualquier baño.

Para qué sirve el sifón de lavabo

  • Bloquear los olores desagradables: gracias al agua que siempre queda en su interior, actúa como un tapón contra los gases que vienen de las tuberías.
  • Evitar problemas mayores: restos de jabón, pelos o incluso algún objeto pequeño se quedan en el sifón en lugar de pasar a toda la instalación.
  • Facilitar la limpieza: se puede desmontar con facilidad para quitar suciedad acumulada sin tener que tocar el resto del sistema de desagüe.

Los tipos más habituales de sifón de lavabo

A la hora de pensar en cambiar el sifón del lavabo, conviene conocer qué modelos existen en el mercado:

Sifón tubular

El de toda la vida, con forma de U o de S. Puede ser de plástico o metálico, es duradero y sencillo, aunque ocupa más espacio debajo del lavabo.

Sifón botella

Tiene un diseño más compacto, en forma de cilindro, ideal para baños con muebles pequeños o con poco hueco. Es muy fácil de desmontar y limpiar.

Sifón lavabo cromado

Es el que más puntos suma en estética. Con un acabado brillante y elegante, encaja muy bien en baños modernos o en lavabos vistos. Su función es la misma que la de cualquier otro, pero además aporta un toque decorativo.

Por qué conviene mantenerlo en buen estado

Aunque el sifón no requiere grandes cuidados, con el tiempo puede acumular restos, gotear o incluso partirse. Cuando pasa esto, lo más práctico es cambiar el sifón del lavabo para evitar olores y asegurarse de que el agua desagüe bien. Y si se busca un extra de estilo, elegir un sifón lavabo cromado es una opción perfecta para dar un acabado más cuidado al baño.

Señales de que necesitas cambiar el sifón del lavabo

El sifón del lavabo suele durar muchos años, pero tarde o temprano empieza a dar la lata. Lo bueno es que avisa antes de estropearse del todo, y si se está atento a esos detalles se puede evitar un problema mayor en el baño. En la mayoría de los casos, lo más práctico es cambiar el sifón del lavabo en cuanto aparecen los primeros síntomas.

Malos olores que no se van

Si el baño huele mal aunque se limpie a fondo, lo normal es que el sifón esté en mal estado o lleno de residuos que ya no se eliminan con una limpieza casera. En esas situaciones, lo más sensato es cambiar el sifón del lavabo directamente y olvidarse de los olores.

Goteos bajo el lavabo

Otra señal bastante común son las goteras. A veces empieza como unas pocas gotas, pero si no se soluciona, acaban mojando muebles y suelo. Suele pasar porque las juntas se han desgastado o porque el sifón tiene una fisura. Cuando esto ocurre, lo más recomendable es poner uno nuevo.

Charcos que aparecen sin más

Si después de usar el lavabo siempre hay un pequeño charco en el suelo o en el mueble, casi seguro que el sifón está agrietado o no cierra bien. Por mucho que se apriete, en estos casos lo único que funciona es cambiar el sifón del lavabo para evitar que el agua siga filtrándose.

El agua tarda en tragarse

Cuando el lavabo se vacía muy despacio o hace ruidos raros al desaguar, suele ser por un atasco en el sifón. Si ni con una buena limpieza se soluciona, lo más fácil es sustituirlo por otro y así volver a tener un desagüe rápido.

Sifones metálicos con óxido

En los modelos metálicos antiguos es bastante habitual que aparezca óxido. Además de ser antiestético, hace que el material se debilite. Si se trata de un sifón lavabo cromado, el desgaste es aún más visible porque pierde brillo y da sensación de viejo.

Ruidos extraños

Aunque es menos común, también puede pasar que el sifón haga ruidos o pequeñas vibraciones al usar el lavabo. Esto suele indicar que las piezas ya no encajan bien y, en lugar de intentar ajustarlo mil veces, lo mejor es poner uno nuevo.

¿Es difícil reemplazar un sifón del lavabo?

La buena noticia es que cambiar un sifón del lavabo no tiene demasiada complicación. Con unas herramientas básicas y un poco de maña, cualquiera puede hacerlo en casa sin necesidad de llamar a un profesional. No hay que confundirlo con el sifón del inodoro, que sí resulta más complejo y suele requerir experiencia. En el caso del lavabo, se trata de aflojar, sustituir y ajustar, siguiendo unos pasos sencillos y sin grandes quebraderos de cabeza.

Herramientas y materiales necesarios para cambiar el sifón

Antes de meterse en faena conviene tener todo preparado. Aunque cambiar el sifón del lavabo no es nada complicado, lo cierto es que se nota mucho la diferencia entre hacerlo con las herramientas a mano o estar buscándolas a medias. La buena noticia es que no hace falta nada raro: con unos básicos se puede desmontar el sifón viejo y montar el nuevo sin demasiada historia.

Herramientas básicas

  • Llave inglesa o ajustable: es la que se usa para aflojar y apretar las tuercas del sifón.
  • Destornillador: algunos modelos de destornillador llevan pequeñas piezas que se fijan con tornillos.
  • Cubeta o recipiente: al quitar el sifón siempre queda algo de agua dentro y así se evita manchar.
  • Trapo o bayeta: imprescindible para recoger esas gotas que siempre acaban escapando.

Materiales que hacen falta

  • Un sifón nuevo: aquí está la clave. Puede ser tubular, de botella o un sifón lavabo cromado si además se busca un toque más estético.
  • Juntas de goma: los sifones suelen traerlas, pero no está de más tener alguna de repuesto.
  • Cinta de teflón: ayuda a reforzar las uniones y a que no haya fugas.

Consejos útiles antes de ponerse a ello

  • Medir el espacio: no todos los sifones encajan igual. Tomar las medidas del hueco y de la distancia al desagüe evita disgustos.

  • Revisar el diámetro del tubo: los más habituales son de 32 mm o de 40 mm. Confirmar este dato ahorra tiempo y devoluciones.

  • Pensar en el material: en un lavabo con mueble cerrado, el plástico suele ser suficiente. Si el sifón queda a la vista, un sifón lavabo cromado es la opción más elegante.

Tener claro todo esto desde el principio hace que cambiar el sifón del lavabo sea mucho más rápido, limpio y sin sorpresas.

Preparativos antes de cambiar el sifón del lavabo

Antes de ponerse a desmontar nada conviene dejarlo todo listo. Estos pasos previos son los que hacen que cambiar el sifón del lavabo sea una tarea rápida y limpia en lugar de acabar con agua por el suelo y piezas sueltas. Dedicar unos minutos a prepararlo todo ahorra tiempo y evita disgustos.

Cierra el paso del agua

Aunque el sifón no va conectado directamente a las llaves del grifo, nunca está de más cerrarlas. Así se evita que alguien abra el agua por despiste mientras se trabaja y se complique todo.

Vacía el sifón viejo

Siempre queda agua dentro del sifón, aunque el lavabo no se use desde hace horas. Para no empapar el suelo, lo más cómodo es poner un cubo o un recipiente debajo antes de aflojarlo. Así el agua cae ahí directamente y no hay que limpiar después.

Protege la zona de trabajo

Al desmontar el sifón es normal que salpique algo de agua o salga un poco de suciedad acumulada. Colocar un trapo o una toalla vieja bajo el lavabo evita que el mueble se moje y facilita la limpieza.

Revisa el sifón nuevo

Antes de empezar, merece la pena comprobar que el nuevo sifón trae todas las piezas necesarias: cuerpo principal, juntas de goma y tuercas. En el caso de un sifón lavabo cromado, también conviene asegurarse de que el acabado esté perfecto, sin golpes ni arañazos, ya que la estética en este tipo de modelos es importante.

Ten las herramientas preparadas

Llave inglesa, destornillador, cinta de teflón, trapo y cubo para recoger el agua. Son básicos y lo mejor es tenerlos a mano desde el principio para no tener que parar a mitad de trabajo.

Paso a paso: cómo cambiar el sifón de lavabo

Con todo preparado, llega el momento de hacer el cambio. Siguiendo un orden sencillo y sin prisas, cambiar el sifón del lavabo es una tarea que cualquiera puede resolver en casa. No hace falta ser fontanero: basta con tener las herramientas a mano y comprobar bien cada paso.

Quitar el sifón viejo

  • Coloca un cubo debajo del lavabo para recoger el agua que siempre queda en el interior del sifón.
  • Afloja las tuercas que lo unen al desagüe del lavabo y a la tubería de la pared. Si no salen con la mano, utiliza la llave inglesa.
  • Retíralo con cuidado para que el agua acumulada no acabe en el suelo.
  • Comprueba que las juntas viejas no se hayan quedado pegadas en los tubos.

Limpiar la zona antes de montar el nuevo

  • Quita restos de cal, jabón o suciedad que puedan quedar en la salida del lavabo y en el tubo de la pared.
  • Revisa que las piezas donde se va a encajar el nuevo sifón no tengan grietas ni desperfectos.
  • Seca bien las uniones para que las juntas de goma se ajusten correctamente.

Colocar el nuevo sifón

  • Pon las juntas de goma en su sitio para evitar fugas.
  • Encaja el sifón en la posición correcta, tanto en la parte del lavabo como en la conexión con la pared.
  • Aprieta las tuercas primero con la mano y luego un poco con la llave inglesa, sin forzar demasiado.

Probar el desagüe

  • Abre el grifo y deja correr el agua unos segundos.
  • Observa las uniones para asegurarte de que no gotea.
  • Si ves alguna pérdida, aprieta un poco más o coloca cinta de teflón en la rosca.

Un par de recomendaciones

  • Si se trata de un sifón lavabo cromado, manipúlalo con cuidado para no marcar el acabado brillante.
  • No hace falta apretar en exceso: con las juntas bien colocadas, el cierre será hermético.
  • Guardar el sifón viejo unos días puede venir bien si se necesita alguna pieza puntual.

Siguiendo estos pasos, cambiar el sifón del lavabo se convierte en un trabajo rápido, limpio y con un resultado duradero.

Cómo cambiar un sifón de lavabo cromado paso a paso

Los sifones cromados se suelen usar en baños donde el lavabo está a la vista, ya que además de cumplir su función, aportan un toque elegante que combina con grifos modernos y otros detalles metálicos. El proceso para cambiar el sifón del lavabo es prácticamente el mismo que con los modelos de plástico, pero conviene tener un poco más de cuidado para que el cromado no pierda brillo ni se raye durante la instalación.

Qué cambia respecto a un sifón de plástico

  • Diseño: aquí la estética importa, por eso cualquier arañazo se nota mucho más.
  • Material: el metal es más resistente, pero también se marca con facilidad si no se manipula bien.
  • Montaje: los pasos son los mismos, aunque es recomendable usar un trapo o guantes para proteger la superficie brillante.

Pasos para cambiar un sifón lavabo cromado


  • Coloca un cubo bajo el lavabo para recoger el agua que quede dentro del sifón viejo.
  • Afloja las tuercas con la mano y, si cuesta, usa la llave inglesa envolviendo la zona cromada con un trapo para evitar marcas.
  • Retira el sifón antiguo y limpia bien las conexiones del lavabo y del tubo de la pared.
  • Encaja el nuevo sifón cromado, coloca las juntas de goma y aprieta las uniones primero a mano y luego un poco con la llave, sin forzar.
  • Abre el grifo y deja correr el agua unos segundos para comprobar que no hay fugas.

Consejos para mantenerlo impecable

  • Nada de productos abrasivos: basta con un paño húmedo y un limpiador suave para mantener el brillo.
  • Secar siempre después de limpiar: así se evitan manchas de cal y marcas de agua.
  • Echar un vistazo de vez en cuando a las juntas: si se cambian cuando toca, el sifón se mantiene como nuevo durante más tiempo.

En definitiva, cambiar el sifón del lavabo cromado no es más difícil que con uno de plástico, solo exige un poco más de mimo al manipularlo. Con eso basta para tener un desagüe funcional y, al mismo tiempo, un lavabo con un acabado moderno y elegante.

Conclusión

En Brikum tenemos claro que las pequeñas reparaciones en casa se disfrutan mucho más cuando salen bien a la primera. Cambiar el sifón del lavabo no tiene por qué ser un lío si se cuenta con las herramientas adecuadas, materiales de calidad y una guía sencilla que marque los pasos. 

Desde detectar cuándo el sifón está dando problemas, hasta elegir el modelo que mejor encaje ,incluido el sifón de un lavabo cromado para quienes buscan un acabado más elegante, todo influye para conseguir un resultado duradero y sin fugas.

En nuestra tienda encontrarás sifones, juntas, herramientas y accesorios de fontanería pensados para que tanto quien se inicia en el bricolaje como quien ya tiene experiencia pueda hacer el cambio sin complicaciones. Con los productos adecuados se evitan problemas de compatibilidad y se asegura un acabado limpio y funcional.

Si en algún momento surge la duda, lo ideal es revisar medidas, materiales y comprobar que todo selle bien. Y, por supuesto, contar con nuestro asesoramiento siempre que haga falta. 

En Brikum no sólo ofrecemos productos, también acompañamos en cada proyecto para que cambiar sifón lavabo deje de ser una tarea pendiente y se convierta en una solución práctica, rápida y con la tranquilidad de haberlo hecho bien.



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